NARRADOR
-¿Qué fue lo que apostó?- Preguntó consumida por los nervios, el pánico, la creciente sensación de desesperación
-Me perteneces por toda una semana. Vienes conmigo, no necesitas llevar nada- Ángel comenzaba a sentirse impaciente
-Puedo caminar sola- Dos hombres fornidos vestidos de negro habían entrado solo para controlar que Erick no tuviera un pequeño indicio de valentía y quisiera mantener a Laura con él
Laura salió de su apartamento con la idea de negociar. Si ese hombre también disfrutaba las apuestas, tal vez podría apostar para salvarse.
Subió al vehículo de lujo en el asiento trasero junto a Ángel y se sentó lejos de él sin saber lo que sucedería allí donde no tendría lugar para huir.
-No hay razón para temer, Laura. Soy un hombre realmente generoso- Puso la mano sobre su pierna y ella la apartó de un manotazo causando su risa
Para él sería muy divertido. Si, de eso no había duda.
-¿Dónde iremos?- Le preguntó con preocupación. Él conductor solo veía hacia la carre