Capítulo 209

El ambiente en la oficina compartida de Amaloa y Elena se mantuvo sombrío todo el día. Elena seguía con cara de tormenta, incluso hasta el final de la jornada laboral.

Había roto un borrador tras otro esa mañana, y cuando llegó la hora de almorzar, se enojó aún más al ver a Amaloa levantarse y tomar su bolso para irse. Amaloa no se molestó en prestarle atención.

Al llegar al garaje subterráneo, vio a Taylor. Abrió respetuosamente la puerta de un Maserati, y un pie con un zapato rojo de tacón alto asomó al suelo. Acentuaba el tobillo delgado y rubio del dueño.

Se oyó la vibración de un teléfono, y cuando Amaloa lo sacó de su bolso para mirar el número, vio que era Ethan. Contestó: —«Hola, cariño. Voy a saliendo».

—No puedo almorzar contigo hoy. —¿Le pido a Taylor que te lleve directamente al estudio? ¿Quieres venir al ascensor del garaje a buscarlo?

Amaloa volvió a mirar hacia el Maserati, donde el ocupante ya había bajado del coche y caminaba hacia los ascensores. Observó