Capítulo 194
— "No hace falta. Puedo conduciré yo misma", le respondió Amaloa a Ethan.
Amaloa era una excelente conductora, y tener un conductor podría generar preguntas innecesarias entre sus colegas. Prefería evitar problemas y explicaciones siempre que fuera posible.
Ethan confió en su habilidad y asintió. Taylor lo llevó mientras Amaloa conducía sola al hospital.
En el hospital, Serena estaba desayunando. A Melinda le sorprendió que Amaloa se hubiera tomado el tiempo de llevarle algo de comer.
Al ver a Amaloa, Serena estiró sus delgados brazos.
— "Mamá, abrázame."
La expresión adorable de Serena le resultó conmovedora.
Amaloa le entregó el desayuno a Melinda, luego levantó a Serena y le preguntó cariñosamente: — "¿Me extrañaste?
— "Sí, te extrañé."
Amaloa sonrió, le alborotó el pelo y echó un vistazo al desayuno del hospital que Melinda había comprado abajo. Era solo una tostada y un huevo. Parecía apetitoso, pero la porción era demasiado pequeña.
Melinda abrió el abundante desayu