[SEBASTIEN]
El camino hacia el hotel ha estado muy callado. Rocío solo ha mirado a través del cristal luego de simplemente haberme felicitado por el partido. Zami se ha abrazado a mí y aprovecha el camino para descansar un poco, y Nico ya se ha quedado completamente dormido.
—Hija, ¿te encuentras bien?— Pregunto decidido a romper el silencio.
Ella me mira y luego mira a su alrededor para darse cuenta de que casi todos dentro de la furgoneta están en su propio mundo así sea con sus cascos o sus celulares. — ¿Te lo ha contado? ¿no? — Me pregunta seria y lo único que puedo hacer es arquear mis cejas.
—No.— Miento y me mira con sospechas.
—Eres muy malo mintiendo Pa.— Me regaña y vale, en eso lleva razón.
—¿Quieres que hablemos?— Pregunto bajito. De verdad que es complicado tratar