CAPÍTULO 6 : SORPRESA II.
La junta había terminado; Noah estaba aún en trance, no solo en casa de Isabel, que debía tolerarla, sino ahora en el trabajo. Le pareció extraño que Isabel no hubiera mencionado nada referente a la adquisición de una acción de la empresa y que estuviera a nombre de su hermana mayor.
Noah se levantó de su asiento. Hicieron un recorrido por la empresa, y el señor Beltrán se despidió para luego retirarse. Noah le indicó la oficina de Alejandro.
—¿Cuál será mi oficina?
Preguntó Hayami, acercándose a Noah.
—Sí, vamos, ahora te lo muestro.
Caminaron y, después de pasar por el escritorio de Ariel, llegaron a una oficina justo frente a la de Noah. Las oficinas de la empresa eran de cristal transparente, muy elegantes; se podía ver todo, aunque también tenían una persiana que podía dar privacidad a estas.
—Esta será tu oficina, justo frente a la mía.
Dijo con un poco de desagrado; no entendía por qué ella le causaba molestia, tal vez era por su forma de ser.
—Perfecto. Me imagino que Angélica