Ella aceptó y me guió a la habitación de la pequeña, en cuanto entré pude sentir una desagradable presencia.
_ ¿Quién es usted?
_ Una amiga de tu mamá, me gustaría hablar contigo un momento.
La niña estaba asustada y podía verlo gracias a su aura, sin embargo esta brillaba mucho.
_ Mejor váyase, va a pensar que estoy loca con lo que le voy a decir.
Yo me acerqué palpando el lugar y en dirección del aura de la niña, me senté en su cama y le sonreí.
_ Prometo que no pensaré que estás loca, ahora dime que ocurre.