La mente recién despejada de Miguel volvió a nublarse.
Casi no pudo reaccionar.
¿Quién ha desaparecido?
—Señor Torres, ¿es posible que la señorita Román haya salido a dar un paseo o esté en el baño y no haya escuchado su golpeteo en la puerta? Espere un momento, tal vez regrese enseguida.
A pesar de