No se escuchaba ningún sonido al otro lado del teléfono.
Silencio.
Juliana frunció el ceño, mordiendo su comida mientras miraba a un lado.
Era un número de teléfono algo familiar pero que no recordaba.
—¿Quién habla? Si no dices nada, cuelgo.
Justo cuando Juliana estaba a punto de perder la pacienci