Isabelle
Con las pocas ganas que tengo me termino de vestir, y es que no hemos dormido en todo el viaje, debido a que estábamos demasiado ocupados, y pues ahora las consecuencias se hacen presente, no puedo mantener mis ojos abiertos por más de dos minutos.
-Dormirás en el auto, amore.- dice mi esposo viendo mi aspecto deplorable.
-Lo sé, pero moriré de sueño antes de llegar al auto.-me quejo como una niña provocando que se ría de mis berrinches.
-No lo harás, pero pensándolo bien mejor te llevo en mis brazos.-dice y sin dejarme objetar me alza sin ningún problema, así que escondo mi cabeza en el hueco de su cuello- Puedes dormir, mi amor.-susurra mientras voy cerrando los ojos producto del cansancio.
Siento como comienza a caminar con