«Si está divorciado, ¿por qué le vuelve a gustar?»
Dick se quedó de piedra, —Señor Herrera. ¿Me pierdo muchas cosas?
—Te los presentaré cuando pueda.
Dick asintió y no volvió a preguntar, —Siento curiosidad por tu ex mujer.
Francisco subió al coche, —Me voy. Vas a identificar a esa mujer en Sudamérica tan pronto como puedas.
—Bien —Dick agitó la tarjeta de la habitación—. Bueno, seguiré disfrutándome.
Entonces Dick se dirigió a la zona de camarotes del crucero.
En la puerta de la suite presidencial más lujosa del crucero, Dick dijo a sus hombres que esperaran fuera y entró solo.
Nada más entrar, pudo oler una fragancia de rosas, y la habitación llena de pétalos de rosa y aromaterapia creó un ambiente extremadamente ambiguo.
Dick rio, «Brian sabe mucho.»
Se quitó la chaqueta y vio a una mujer estaba tumbada en una cama grande, con las manos atadas y unas largas piernas blancas muy seductoras.
Se acercó y vio la cara de la mujer, «Hijo de puta. ¡Qué hermosa!»
Dick hizo una fo