Gabriel fue descubriendo a todos y cada uno de quienes conspiraron para su destrucción y por supuesto, los eliminó.
Los iba induciendo al suicidio, volviéndolos ansiosos y en extremo nerviosos. Así fue vengándose de cada uno de ellos.
Transcurrieron dos meses, en los cuales ni Gabriel ni Luzbel fueron a ver a Boris y Miguel debido a las ocupaciones que tenían.
Gabriel se había vuelto alguien de sangre fría, con el único sentimiento de amor hacia su esposo. El emo también se había vuelto frío y cruel, al punto de no importarle que Boris y su pareja permanezcan encerrados para siempre bajo tierra.
El placer que el rubio sentía con cada muerte de quienes trabajaban cuando él era adolescente aún y lo odiaban no podía describirlo con palabras.
Su venganza era en extremo dulce, en especial porque nadie sospechaba de él ni de su amado emo. Siempre ellos tenían uma coartada firme y sustentable.
Así fue hasta que descubrieron a quién ideó