Clara estaba preparando alimentos medicinales en la cocina, y Isolda también entró, trayendo consigo algunos ingredientes nutritivos.
Clara se sorprendió un poco. Isolda iba a hacer la sopa para Alfonso, sino más bien parecía ser para visitar a un paciente, algo adecuado para la recuperación después de un aborto.
—Abuela, ¿planeas cocinar para Pera? —preguntó Clara.
Desde el principio, Isolda no tenía una buena impresión de Clara, pero hoy, al verla esforzarse tanto por cuidar a los demás en las grabaciones de vigilancia, Isolda comprendió que Clara era una buena médica con ética.
En el quirófano, ella no estaba pensando en su propio beneficio, sino en el bienestar de Alfonso. De lo contrario, Clara no habría ido a proteger a su hermana frente a la familia.
Sin embargo, en el pasado, Isolda tenía prejuicios y siempre imaginaba a Clara como una mujer astuta y calculadora.
Isolda suspiró. —No te voy a engañar, no estoy haciendo esto para presumir. Por un lado, quiero redimirme por Mónica