Clara parecía un conejito en contraste con su alta figura, temblando inconscientemente, con las manos apoyadas en el suelo, retrocediendo constantemente.
Fingió estar aterrorizada.
Y sí, la escape de esta noche era parte de su plan.
Pregúntale a cualquier mujer normal que haya sido capturada, especialmente después de presenciar la brutalidad y la matanza indiscriminada del hombre, su primera reacción sin duda sería escapar.
Si ella se comportara obedientemente, solo despertaría las sospechas de Ezequiel. Esta situación era una batalla de astucia y manipulación entre los dos.
Clara, con voz temblorosa, dijo: —Yo, yo solo salí a tomar un poco de aire fresco, nunca pensé en escapar.
Ezequiel, con una pierna doblada, miró a la mujer frente a él de manera sutil y sonrió maliciosamente. —¿En serio?
Clara asintió frenéticamente: —Sí, sí, de verdad, solo quería tomar aire fresco. ¿Podrías no matar a otras personas?
—Si no has intentado escapar, ¿por qué lastimaría a nadie más? Solo que aquí af