Era el día de tu cumpleaños número 19 y yo moría de nervios. Ya llevábamos dos días en Barcelona y mi familia te estaba planeando una gran celebración, mientras que lo que yo quería, era estar a solas contigo para poder entregarte el regalo más especial del mundo.
Después de negociar con mi hermana y con mi madre, logré que pasaran la celebración para el domingo y yo te advertí que tenia algo muy especial preparado para ti. Recuerdo perfectamente el vestido corto color rojo que te pusiste aquella noche; te veías extremadamente hermosa.
Te ayude a subir al auto, y a mitad de camino