Tatiana permanecía en la cama acariciándose con los ojos cerrados. Sintió cuando Velkan salió del baño y lo escuchó contener la respiración cuando la descubrió y vio lo que ella estaba haciendo con sus manos. Sintió que él estaba mirándola fijamente, entonces abrió los ojos y lo vió aun parado al lado de la puerta del baño.
Estaba desnudo por completo y sólo lo cubría una pequeña toalla atada a su cintura, y obviamente ésta no podía ocultar su creciente y manifiesta erección. Al notar que ella lo miraba con esa pasión manifiesta, que hacía que sus facciones se convirtieran en una máscara de deseo, él se empezó a moverse en dirección a la cama y mientras caminaba, él soltó la toalla que cayó en el piso, uniéndose al resto de sus ropas.
Tatiana abrió un poco más sus labios, manifestando con ello entre sorpresa y deseo al ver el miembro viril en su plenitud de poder. Su lengua recorrió sus labios voluptuosamente mientras sus manos, de manera inconsciente aumentaban la velocidad de sus mo