Felipe soltó el brazo de Clara y le entregó una tarjeta bancaria.
—Toma esto —dijo.
Era una tarjeta bancaria.
Clara se sintió intrigada y preguntó:
—¿Qué significa esto?
Felipe explicó:
—Tienes un esposo, no necesitas gastar tu propio dinero cuando estás fuera.
Clara entrecerró los ojos, tratando de entender lo que quería decir. A pesar de que habían acordado casarse hace tiempo, Felipe solo le había mencionado una vez el tema del dinero para gastos cotidianos, y luego nunca más lo había mencionado. ¿Por qué ahora?
¿Acaso tenía miedo de que la gente supiera que no le daba dinero y que eso le hiciera perder la cara?
Clara reflexionó por un momento y finalmente aceptó la tarjeta, preguntando:
—¿Cuánto puedo gastar?
Felipe respondió con indiferencia:
—Lo que quieras.
Clara exclamó emocionada:
—¡Wow!
Al ver lo ansiosa que estaba por el dinero, Felipe la miró con desdén, la sacó del coche y bajó la ventanilla para decir una última cosa:
—Llámame cuando termines de compr