Sever se fue de la villa y de inmediato llamo a Leona para contarle la situación. Al saber que había firmado todo, pensó en encontrar una manera de recuperarlos y a la vez conseguir pruebas de su engaño. Una sonrisa surgió en sus labios al pensar en lo fácil que será atrapar a Brus haciendo de las suyas.

Pasaron unos días y el viernes se hizo presente. En la mañana llegaron a la mansión Ye los padres de Nelson, el señor Arthur Ye y la señora Sofía Ji.

Sara fue la primera en bajar corriendo las escaleras, esto lo hacía cada vez que estaba emocionada. “¡Abuelos!”

-“Ten cuidado querida, deja de correr de esa manera” dijo su abuela Sofía con cariño, mientras abría los brazos para recibirla.

Se abrasaron cálidamente “Por fin están en casa ¿Cómo les fue su viaje?”

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