“¿Oh?”.

Charlotte le sonrió.

“Oh, Lorraine, ¿cómo puedes ser tan directa? ¿Ya se te olvido lo que tuviste que hacer para estar con Zachary?”.

Lorraine la miró con odio.

“¡No me importa nada de eso! Solo me preocupan los resultados. Ahora soy la esposa legal de Zach. ¡Cualquier mujer que intente seducirlo es una zorra sinvergüenza!”.

“¿Ah, en serio?”.

Charlotte levantó la ceja, sus ojos se llenaron de más desdén.

“Pero yo soy diferente. No soy tan olvidadiza como tú. Nunca olvidaré lo que has hecho para lastimarme, solo para separarnos a Zachary y a mí. ¡Nunca olvidaré al hijo que Zachary y yo tuvimos, a quien estrangulaste hasta la muerte, y a Nicky, a quien golpeaste hasta casi matarlo!”.

El dedo suave y luminoso de Lorraine tembló.

Contándolo todo, ella había cometido demasiados pecados solo para lastimar a Charlotte.

Sin embargo, ¡ella no estaba arrepentida!

Mientras pudiera estar con Zachary, ella haría cualquier cosa. ¡No había nada de lo que ella se arrepintiera!

“Vin