Narra Carolina
Esos momentos con Víctor Manuel fueron especiales y maravillosos en su máxima expresión, luego de que él tomara varias fotografías, tocó mi turno y saqué muchas fotos de él, mirándose guapísimo ante la cámara y ante mis ojos, me encantaba sinceramente lo que veía, él se veía increíblemente guapo y encantador, así que me deleitaba sacándole todas las fotos que creía convenientes y él se reía encantado posando para mí y también para la cámara. Ya que comenzó a entrar la tarde, nos fuimos él y yo de regreso a su casa, dónde él se ofreció a cocinar algo para mí.
Me senté en la sala a leer un libro qué él tenía ahí y entonces morí de risa al ver que se trataba de “Cumbres Borrascosas” de Emily Bonte. Miré a Víctor Manuel y él me devolvió la mirada con picardía queriendo defenderse ante sus gustos literarios que recién había yo descubierto.
– ¿Con que Cumbres Borrascosas eh? – le dije a Víctor Manuel, riéndome un poco de la situación.–Sí