Días después.
Era sábado, el día esperado para Hugo, días atrás buscó quien lo pudiera asistir. Sin poder evitarlo, tarareaba una canción, lleno de optimismo se acercó a la habitación de su sobrina en punto de las 8:00 am, para despertarla.
—Hija— Hugo tocó a su puerta.
—Sí, tío —la joven, pronunció con pesadez.
— Solo para recordarte que tenemos un compromiso a las 2:00 pm en punto y dicen que las mujeres suelen tardar siglos en arreglarse, no me gustaría llegar tarde a la fiesta de Fer &