Kiara estaba ocupada pensando en la extraña llamada que acababa de recibir de Heather cuando Zane se quejó, haciendo que volviera su atención hacia él y sus ojos se abrieron de par en par. Se había olvidado por completo de él.
Se levantó de su asiento y se acercó a él.
"¿Qué pasa?", preguntó mientras le quitaba la harina de la cara y el traje.
"Me ha entrado en el ojo y me duele mucho", murmuró y estaba a punto de frotarse los ojos con el puño cuando ella se lo apartó de un manotazo.
"No lo toques, eso lo empeorará. Ven, vamos a lavarlo con agua", murmuró y luego lo llevó al fregadero y debido a lo alto que era, su cabeza no podía colocarse bajo el grifo, así que tuvo que tomar un tazón de agua para limpiárselo.
"¿Te sientes mejor?", murmuró ella y él negó con la cabeza.
"Creo que tienes que soplar en él". Murmuró y ella suspiró antes de dejar caer el tazón y llevarlo hacia la silla para luego sentarse y comenzar a soplar su ojo.
"¿Ya se te ha ido?". Él negó con la cabeza