Asienten con la cabeza y retomamos nuestro camino, pero esta vez avanzamos más rápido que antes, ya que saben que estamos aquí, sería estúpido seguir yendo a escondidas. Mejor para mí, estaba cansado de ir entre las sombras, no se me da bien estas cosas, prefiero pelear de frente.
Al haber acelerado el paso, llegamos mucho más rápido a la fortaleza y como era de esperar, ya habían acechadores en la entrada, listos para pelear; no esperaba que la cosa se fuera a complicar en un abrir y cerrar de ojos. Observo con detenimiento a los enemigos, buscando a su líder, pero no está presente y si él no se encuentra, ellos no representan una amenaza, pero pese a esto, sé que la pelea no será sencilla y se que tengo que apresurarme para llegar lo antes posible con mi esposa para ayudarla.
Sin dudarlo, avanzamos a paso firme y empezamos en enfrentamiento, los acechadores salvajes caen como moscas ante nosotros, pero los pensantes... esos son un gran problema, menos mal que los abuelos de Donna es