177. Llegando al Distrito Verde
La tarde estaba avanzando cuando finalmente llegaron a los límites del área habitada del Distrito Niebla. Podían ver las siluetas familiares de los edificios del Monasterio Niebla a través de la neblina, aunque mantuvieron una distancia segura para evitar ser detectados.
—Ahí está —murmuró Lyra, señalando hacia una torre que se alzaba por encima de la bruma—. La torre donde el Druida Bennet tenía su laboratorio de alquimia.
—Y ahí está el campanario donde nos despertaban cada mañana para las oraciones a los dioses Druidas —añadió Zacary, aunque su tono sugería que no extrañaba particularmente esa rutina.
Los gemelos observaron los edificios distantes con curiosidad, intentando imaginar cómo había sido la vida de sus hermanos mayores en ese lugar.
—¿Vivían en una torre como en los cuentos de princesas? —preguntó Logan con emoción.
—No exactamente —Lyra comenzó a reírse—. Vivíamos en una habitación pequeña, pero cómoda. No había princesas, pero había muchos libros y jardines bo