―Así como no pararás de sangrar tú. ―Tahiel lo escupió. ―¡Te dije que no te pusieras esa mierd4! ―Gritó sin importarle las miradas. ―Ve a cambiarte eso de una vez. ―Ordenó como si fuera su dueño, situación que no le gustó a Valentina.
―No vuelvas a gritarme. ―Le advirtió dolida. ―No pienso cambiarme