Dante y Alexa compartieron la cena como unos adolescentes en conquista, reían y se robaban besos inocentes
- ¿Hablaremos de trabajo? - preguntó Alexa
- ¿En serio quieres nena matar nuestro momento? - Dante miró como niño a Alexa
- Esta bien, no hablemos de trabajo - Alexa bebió su ultima soda - regresemos a casa
- ¿A la tuya o a la mía? - Dante levantó una ceja sexy
- Donde tu quieras, tienes las llaves de ambas - Alexa sonrió coqueta - Hoy tú estás al mando, de verdad.
- ¿Y las veces anteriores? - Dante miraba desafiante
- Solo te hacía creer que tu tenias el mando - y Alexa rio muy fuerte
- Te amo pequeña, sabes que siempre estarás al mando, así funcionamos, fuera de la oficina, seré tu esclavo - Dante la tomó de la cintura y la acercó a él y la besó
- Y en la oficina también, jajaja - Alexa lo miró divertida
- No, en la oficina somos iguales, cada uno con sus habilidades, nena, tu con tu decisión para negociar y yo con mi entrenamiento para los equipos de seguridad - le besó la mej