DAIANA JONES

En verdad quería no volver a verlo, pero es como si mis pies tengan voluntad propia y quisieran pagar la deuda de vida que tengo con esta persona. 

Estoy fuera del hospital, con una canasta de frutas sostenida por mi mano derecha, aprieto en mi mano aquel objeto y sin pensarlo mas me adentro a aquel edificio dispuesta a arriesgar mi vida por ese sujeto. Los hombres que trabajan para el me saludan con un asentamiento de cabeza y me dejan el paso libre como siempre.

En verdad soy tonta, ¿Cómo no me di cuenta antes que él era alguien importante si hay mas de una docena de hombres repartidos por todo el hospital?, agarro el pomo de la puerta razonando sí es una buena idea.

-Si vas a entrar o no decídete de una vez- dice alguien detrás de mi haciendo que voltee rápidamente me encuentre con Thomas que se me queda viendo- creí que no volverías.

-Pues a veces todo no es