Ling Yiran caminó hacía la salida y su guardaespaldas la siguió obedientemente.
Pero ni siquiera había llegado a la entrada del hospital cuando una voz le gritó desde atrás: "¡Yiran, Yiran!".
Frunciendo el ceño ligeramente, Ling Yiran se dio la vuelta para mirar detrás de ella, y vio a Xiao Ziqi corriendo hacia ella.
Sin embargo, antes de que Xiao Ziqi pudiera llegar a Ling Yiran, su guardaespaldas lo detuvo.
"Yiran, tengo... ¡tengo algo que decirte!", dijo Xiao Ziqi.
"Está bien, adelante", dijo Ling Yiran. Miró a su guardaespaldas y él bajó la mano que estaba reteniendo a Xiao Ziqi.
"¿Acabas de pagar las facturas médicas de mi madre y nos transferistes 100,000 dólares?", preguntó Xiao Ziqi.
"Sí", admitió Ling Yiran.
"¿Por qué... por qué lo hiciste? ¿Acaso no nos odias a la familia Xiao y a mí?".
Ling Yiran respondió con indiferencia: "Te odiaba, pero ahora ese odio se ha desvanecido. Ya no siento nada por ustedes. Solo pagué las facturas médicas de tu madre para devolverte el