Sin embargo, lo más vergonzoso aún estaba por venir.

Ling Yiran dijo: "¡Recógelo! ¡Ya que arrojaste el vestido al suelo, debes recogerlo!".

"¿Por qué debería hacer lo que dices y recoger el vestido?", preguntó Hua Lifang enojada. Luego le dijo al personal: "¿No van a echar a esta mujer? ¡Está bien, yo lo haré!".

Extendió la mano y se acercó a Ling Yiran mientras hablaba.

Sin embargo, antes de que Hua Lifang pudiera tocar a Ling Yiran, una mujer de apariencia promedio que estaba detrás de ella la detuvo.

En un abrir y cerrar de ojos, la mujer le torció la mano a Hua Lifang. Hua Lifang fue fácilmente sometida a su agarre y gritó de dolor.

"Joven Señora, ¿qué piensa hacer con esta persona?", le preguntó la mujer a Ling Yiran con respeto.

Ling Yiran dijo con frialdad: "Pídele que recoja el vestido". Esta era la guardaespaldas que Yi Jinli le había asignado para protegerla y, naturalmente, era una luchadora hábil. De lo contrario, ella no se habría metido imprudentemente en un confli