—No, por ti, tu sangre ahora no me importa mucho —esbocé una sonrisa.
Ahora mismo tenía mi corazón muy acelerado, él lo estaba escuchando y eso hacia que se acelerara aún más.
—¿Te pone nerviosa qué te diga esas cosas? —Rodé los ojos y negué.
—Venias a beber ¿no? Pues bebe y vete —sonrió burlón.
—¿Podemos repetir lo de la otra vez? —Elevé las cejas.
—¿Qué es lo de la otra vez? Ahora no sé a que te refieres —me hice la desentendida y él bufó.
—Puedo hacer que hagas memoria —sonreí falsamente y negué.
—Muy amable, pero no —ambos reímos.
Draven se fue a sentar al sofá, me giré un poco y lo miré cruzada de brazos, él me est