No
No
No
Esto no puede ser real, me pellizco pensando que solo era un sueño, para mí mala suerte no lo era y por eso volví a mirar a mi jefe que tenía su ceño fruncido esperando una respuesta de mi parte
Nunca me casaría con él.
— ¡Está loco! — exclamo alterada tomando todas mis cosas para huir en ese preciso momento.
— No grite — me detiene. — No estoy loco señorita Clayton, se casará conmigo le gusta o no — ordena.
Lo miro anonadada. — ¿Casarnos? — río sin una pizca de gracia. — Es un demente, no puedo obligar a una persona a casarse si no quiere — digo cabreada.
Bufo molesto. — No tiene nada malo que nos casemos, tenemos demasiada química ente nosotros y ese beso lo dejó todo claro. Te deseo y tú a mí ¿Qué hay de malo? — se