Hoy se habían reunido para hablar sobre una posible sociedad. Mientras conversaban, no dejaban de revisar las acciones. Hace apenas un rato, ambos estaban desanimados al ver que el precio seguía cayendo. Pero ahora, con esa subida repentina, no podían estar más felices.
Diana estaba tan emocionada que no sabía qué hacer consigo misma. Quería gritar, saltar y abrazar a alguien. Y como Brandon estaba justo a su lado, lo abrazó sin pensarlo.
Un segundo después, se dio cuenta de lo que había hecho e intentó apartarse. Pero Brandon no la soltó. En cambio, la levantó del suelo y la hizo girar.
—¡Phoenix Alliance Group resurge de las cenizas! ¡Nos hemos hecho ricos!
Esa misma mañana, usaron hasta el último centavo prestado del banco para comprar acciones de Phoenix Alliance Group.
—¡Bájame! ¡Bájame ya! —gritó Diana, aunque su enorme sonrisa decía todo lo contrario. Había estado estresada todo el día, temiendo que las acciones siguieran cayendo. Incluso en algún momento se resignó a perderlo