Sin previo aviso, Dave levantó suavemente su barbilla para que lo mirara a los ojos.
Se quedaron en silencio, mirándose fijamente, y el corazón de Bianca comenzó a latir con fuerza ante esa sensación tan familiar. No podía resistirse a la intensidad de su mirada, cargada de emociones que reflejaban las suyas.
—Dave… —susurró Bianca con calidez.
Sus ojos claros y profundos despertaron en Dave un instinto protector. Quería protegerla de todo, conservar para siempre su inocencia.
Pero…
Frunciendo el ceño, Dave dudó por un instante antes de cerrar los ojos e inclinarse para besarla. Fue un beso repentino, sincero.
Bianca se quedó paralizada por la sorpresa. Instintivamente intentó apartarlo, pero Dave la sostuvo con firmeza y la atrajo hacia él para besarla de nuevo.
Incapaz de resistirse, solo pudo aferrarse a su camisa mientras sus labios respondían por inercia.
El beso fue intenso, sin contenerse.
Bianca nunca lo había visto así.
Después de un largo momento, Dave finalmente se apa