Bianca miró su teléfono y vio el nombre de Dave en la pantalla. El corazón le dio un vuelco.
El móvil estaba sobre la mesita de noche. Blake, al ver el identificador de llamadas, sintió un peso en el pecho.
Casi había olvidado que Bianca no estaba sola… tenía novio. La idea de que se quedara a cuidarlo mientras seguía con Dave no tenía sentido. No parecía realista.
Bianca no se apresuró a contestar. Ayudó a Blake a recostarse nuevamente en la cama y se aseguró de que estuviera cómodo. Después de mirarlo una vez más, salió de la habitación y cerró la puerta en silencio.
Dave había querido llamarla en cuanto aterrizó, pero Bianca no había respondido. Estaba preocupado de que su abuelo ya hubiera causado un problema serio.
Justo cuando iba a preguntarle a Zane por información, la llamada de Bianca entró. Dave contestó de inmediato.
—Bianc, ¿estás bien? ¿Dónde estás? —preguntó con voz urgente.
El tono de Dave la sorprendió, y Bianca se quedó en silencio un segundo.
Miró de reojo la pu