Ashley bufó de rabia mientras maldecía en silencio y lanzaba una mirada furiosa en la dirección por donde Bianca se había ido.
—Bianca es increíble. Escuché que renunció a Phoenix Entertainment y está creando su propia agencia —susurró Olivia, con un brillo de admiración en los ojos.
En el mundo del espectáculo, las noticias sobre figuras como Bianca rara vez se mantenían en secreto. Su renuncia ya era tema en los círculos de la industria.
—¿Y de dónde sacó el dinero para iniciar una empresa? —cuestionó Ashley con descaro, mientras una mirada calculadora aparecía en su rostro al ocurrírsele una idea.
—¡Esa mujer! Usó el dinero de nuestra familia para abrir su agencia. Tengo que avisarle a mi papá —gruñó Ashley entre dientes, decidida a tomar cartas en el asunto.
Bianca y Diana siguieron a Caroline hasta la sala VIP. Caroline le entregó a Bianca un catálogo de productos y dijo con respeto:
—Por favor, elija lo que desee.
Pero Bianca no se puso a hojear el catálogo. En cambio, la mir