Estos últimos dos días habían sido inquietos para Dave; había desarrollado un nuevo hábito sin darse cuenta. Solo podía dormir tranquilo si Bianca estaba cerca. Sin ella, el insomnio se volvía su peor enemigo.
Su mente estaba ocupada constantemente, pensando en cómo hacer las cosas bien con ella, cómo devolverle su felicidad y, en última instancia, cómo recuperarla. Sin embargo, dudaba en acercarse hasta encontrar la estrategia correcta. Tenía miedo de decepcionarla aún más.
Mientras seguía sumido en sus pensamientos, su teléfono vibró con una llamada de Michael. Con un leve gesto, respondió.
—Dave, necesito tu ayuda —dijo Michael con un tono grave.
Dave, percibiendo la seriedad en su voz, frunció el ceño.
—¿Qué sucede?
—Esta mañana, a las nueve cuarenta y cinco, hubo un accidente grave en el Puente de la Bahía. Necesito que investigues y averigües si realmente fue un accidente o si hubo algo más detrás.
Un accidente de tráfico…
Al escuchar esto, Dave sintió que algo encajaba. Su ment