Capítulo treinta y seis
Secretos y mentiras12 de mayo de 2018
Muevo mis párpados con extrema lentitud. Aun así, la luz me ciega de golpe y debo cerrarlos. Al abrirlos nuevamente, me encuentro con esos ojos azules que tanto adoro.
— Hola —acaricia mi frente con una leve sonrisa. << Creo que estoy en el cielo >>— Hola —mi voz suena demasiado áspera.Intento levantantarme, pero el simple gesto de moverme me corta la respiración. Una punzada de dolor atraviesa mi cuerpo y gimo demasiado fuerte. Mi costado late.Luciano reacciona rápidamente—. Tranquila, cariño. No intentes moverte.<< ¿Cariño? >>— Demasiado tarde —señalo—. ¿Dónde estamos?— En el hospital —responde—. ¿Recuerdas lo que sucedió? —Asiento muy despacio. Desaría no hacerlo—. Estamos buscando a Fabrizio. Tal parece que se lo ha tragado la tierra.— Tengo sed —evado el tema. No me apetece