—¿Qué mierdas te pasa? — reclamó Noah, limpiando la sangre de su labio mientras aún yacía en el suelo.
— No descargues tu ira en nosotros Itzam, te dijimos mil veces que le contaras la verdad — intervino Rigo ayudando a Noah a ponerse de pie.
— Das el consejo y te quedas sin él, ¿verdad Noah? —El aludido lo miró confundido —. Eso fue por no contarme lo de Ramona —sentenció Itzam. Giró sobre sus talones y continuó su camino hacia la salida, dejando a Noah estupefacto detrás de él.
— ¿Cómo se enteró? — inquirió Rigo. También estaba ala tanto de su relación con la prima de Itzam, al parecer todos menos Itzam, lo sabían.
— No… no lo sé — tartamudeo Noah, aún presa del asombro.
— Ve con él y explícaselo antes de que cometa una tontería, yo me quedaré con Milenka — le aseguró Rigo, preocupado por lo que Itzam hiciera de ahora en adelante.
Su seguro para que su furia no se descontrolara era Milenka; sin embargo, ahora que la había perdido, nada lo detendría y ese hombre lleno de ira y dolor