Pasaban los días y Tomas se recuperaba rápidamente, todo en casa estaba listo para su regreso, entre mi mama y mis hijos le habían organizado su cuarto, con un hermoso fondo azul lleno de peluches y hermosas decoraciones provenientes de regalos de familiares y amigos y claro que ellos en su capricho de hermanitos le habían comprado, tenía una hermosa cunita blanca , con unos tenidos de tela delicada, y una silla mecedora al lado para quien lo cuidara descansara en ella, con Tomas en sus brazos, todos nos imaginábamos el momento en que nuestro pequeño estuviera en casa,

Pero yo estaba más que segura que ese cuarto por mucho iba a estar vacío y no porque mi Tomas no fuera a casa pronto, es porque simplemente el iba a dormir conmigo todo lo que quisiera, mis brazos serian la mejor cuna y su calor el mejor consuelo para mí.

-Señora Lana, todo está listo para que Tomas vaya a casa, aquí están todas las instrucciones y una enfermera estará al corriente de todo lo que necesite para el cuida