C82- ERES UNA CELOSA, ¿SABÍAS?
El silencio que siguió fue ensordecedor. Luna apretó los ojos con fuerza, intentando contener las lágrimas, pero una solitaria rodó por su mejilla. Sin embargo, un pensamiento irrumpió en su mente como un relámpago: Sara estaba en casa.
Esa mujer aprovecharía cualquier oportunidad para acercarse a Cassio. Su llanto cesó de inmediato, se giró bruscamente en la cama y una avalancha de imágenes de la peliteñida tratando de ponerle las manos encima a su marido la atormentaron.
—¡Maldit@ sea! —murmuró mientras se levantaba con prisa. Buscó su bata, se la puso casi a tientas y salió de la habitación.
En el pasillo, la escena que encontró hizo que su sangre hirviera. Sara estaba allí, inclinada hacia Cassio con una sonrisa que Luna conocía demasiado bien. En realidad, ella había salido de su habitación para espiar, y todo parecía ir maravillosamente bien para ella… hasta que Luna apareció.
Sara, al verla, maldijo en silencio, pero mantuvo su fachada de inocen