C128-¿EL ABUELO ES MALO Y NOS ESCONDIÓ?
El corazón de Luna latía con fuerza, su mente gritaba que no, que era imposible. Pero otra parte de ella… una que había callado por demasiado tiempo, quería escuchar. Quería entender. Cassio la miraba con una determinación brutal, como si supiera que ya no había vuelta atrás.
—Tu padre te dijo la verdad… pero a medias. —Cassio tomó aire, diciéndose que era hora de poner las cartas sobre la mesa. Y Luna decidiría en qué juego apostar—. Sí, me acerqué a Mark. Lo envolví, lo hice depender de mí. Era mi forma de atraerlo a mis redes. Pero no era él a quien quería atrapar.
Luna tragó en seco.
Su estómago se encogió, como si el aire en la habitación se volviera pesado.
—Mi objetivo… eras tú.
El silencio fue cortante. Cassio pasó la lengua por sus labios secos, sin apartar la vista de ella.
No iba a detenerse.
—Yo quería tenerte conmigo. Así obligaría a tu padre a venir por ti. Eras un medio para un fin. —Él sonrió, pero no había burla en su expresión—