Punto de vista de Michelle
Hayden envió un mensaje de texto con la dirección de nuestra cita a mi teléfono. Tuve que hurgar en la casa para encontrar algo de cambio de repuesto para llegar allí, y luego me escabullí por la puerta trasera para encontrarme con él.
Nunca me di cuenta de la poca libertad que tenía antes. Después de todo, me había mantenido con cuidado y encerrado en la caja en la que Elliot me metió durante años. Cada nueva realización me golpeó con el impacto de un rayo, electrocutando mis sentidos de la manera más impactante.
Hayden ya estaba en la cafetería antes de que yo llegara, semi-casual con cuello alto y pantalones. Sus cejas estaban juntas mientras sus ojos recorrían de una dirección a otra hasta que finalmente aterrizaron sobre mí al instante iluminándose.
Me robaron en una burbuja de subconsciente mientras caminaba para sentarme frente a él, ya que su mirada nunca vaciló, ni siquiera una vez. Si tan solo no me mirara de esa manera, sería más fácil enterrar es