—Mila… espera— toma de nuevo mi brazo pero ya he salido de la pista, no estoy más tranquila, siento el corazón en mi cuello—. Espera…
Me detiene por el brazo y se posa justo frente a mí. Acaricia mi rostro pero yo no puedo mirarle a los ojos.
—Yo… no quería incomodarte— digo alejándome de él, veo como niega varias veces y trata de seguir cerca. Mi corazón está desbocado.
—Perdón, fue por inercia, no me has incomodado— me encojo de hombros y desvío la mirada tratando de buscar a mi padre.
—No importa, iré a buscar a… mi padre.
Estoy bastante confundida, no pu