A través de la red
A través de la red
Por: Damarys Raquel
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(⁠ ⁠⚈̥̥̥̥̥́⁠⌢⁠⚈̥̥̥̥̥̀⁠)

Alanna estaba comiendose las cutículas de los nervios, estaba en una encrucijada, no sabía que hacer, si dejar todo a la suerte y que fluyera por si solo, que pasara lo que tuviese que pasar o intervenir de alguna manera.

Pero si intervenía ¿Cómo lo hacía? ¿Que comodín tenía? Llamar a un amigo no era una buena opción así que lo descarto de inmediato. No, no llamaría a su mejor amigo.

El otro comodín sería contactar con la mente maestra más grande del mundo, el Internet y así, con suerte esperaba que su "situación" tenga solución quizás si entraba en alguna red del gobierno y veía algunos planes estratégicos, quizás podría servirle... Pero no, no contaba con el tiempo suficiente.

Y el último comodín, actuar. Sería muy sutil,. Dejaria un simple mensaje que con suerte podría ver y entender.

Pero realmente estaba Estresada, así era como se sentía.

Su concentración estaba puesta en las pantallas que estaban frente a ella, el resplandor de las luces era lo que la tenía más estresada, era tarde, pero no importaba .

No es por eso por lo que Su cerebro estaba haciendo cortocircuito, no, porque era la mejor en lo que hacía y más si era de noche, era una noctambula

Sentía los ojos secos Por no apartarlos de las pantallas; ni siquiera podia parpadear.

Él iba a morir está noche

Luciano Carpini moriria esa noche.

O por lo menos le quedan unas horas.

El suceso estaba Preparado y programado para las 3 am, despues de eso Luciano Carpini, no sería más que un montón de huesos y piel sin sangre.

No, no quería eso, de algún modo tenía que impedirlo.

¿ Y como supo de lo que le ocurriría al sicario más grande de todos los tiempos? Pues... Era su crush, un flechazo que jamás podría ser, pero bueno, se conformaba con verlo desde la distancia, a través de la red, así podía estar lo más cerca posible de él, en casi todo momento.

A Alanna le tomo un par de meses descubrir todo ese plan que tenían armado contra él, se encargo hurgar en servidores privados, comunicaciones y mensajes codificadas.

El primo de Luciano Carpini ha sido cuidadoso.

Así que fue mera casualidad encontrarse con la primera cosa extraña de el, así que Dudaba que incluso Luciano se diera cuenta de que fue él, que el golpe vino de su familia.

Pero ella lo sabía, Encontro migajas de pistas y lo seguio hasta llegar a ese momento.

Estaba sacando a su propio primo, ¿y para qué todo ese plan? Lo más seguro era que quería quedarse a cargo de las actividades de Luciano.

Que estúpido.

Toda una perdida de tiempo, Porque Luciano era bueno.

Es por eso que le gustaba tanto, o parte de él, en fin, no importa de todos modos. Ella no se mentía a si misma, así que también admitiría que el hombre estaba como le daba la gana. demasiado bueno para el ojo humano.

Todos absolutamente todos eran simples cucarachas a su alrededor, incluso ella, que era como si no existiera, excepto en la red claro, ahí si tenía vida, era ella en su terreno, ese era su mundo real.

Y a su cucaracha interior realmente le gusta Luciano Carpini.

-piensa, piensa - estaba realmente inquieta

Tomo su teléfono y lo observo, no sabía que hacer con el realmente, ¿De verdad llamaría a victoria? Su amiga no

conocia a Luciano como ella.

Victoria, no lo habia visto por largos meses como si fuera su novela personal, como ella

No está debidamente informada.

No tenia información pertinente.

Creia que Victoria le diría que se mantuviera fuera de los negocios de Él.

Así que prefirió no llamarla. Opción uno imposible.

Opción dos, imposible también, que hacía con consultar a esa mente si de nada le iba a servir.

Así que eso dejaba las cosas a la suerte.

Siente su cuerpo tenso al levantarse de su costososisima silla, le dolía hasta el último músculo de su culo, a pesar de ser muy cómoda la silla pero ¿Que podía esperar de estar demasiado tiempo en una misma posición?.

Es que era imposible para ella.

Cuando su mente está centrada en algo es como si la absorbiera un agujero negro, y no importaba lo entumida que estuviera.

Como en Luciano Carpini, por ejemplo, tenia el culo muerto después de mirarlo durante horas. Leer sus correos electrónicos; desplazarme por sus cuentas bancarias, tanto las legales como las ocultas, tratando de decodificar sus notas privadas.

Estaba más que fascinada.

Él se lo pone muy difícil, no como la mayoría de las cucarachas de poder

en esta ciudad. A las que se las pasaba urgandole la vida en la red.

Pero él, él Le gustaba. Y mucho.

Una vez le hackeo la cámara web de su portátil (y todavía tenía un acceso directo a su portatil) y vio una

transmisión en vivo de lo más espectacular, para ella claro, estaba ejercitandose, toda esa mañana, ¿Acaso no se agotaba?

Ejército cada músculo de su cuerpo. Muestras tomaba una barra con una mano, llamó para amenazar a quien sabía ella quien sería.

Luego vio como se dirigía al baño con una minúscula toalla en su cintura.

La mejor vista.

En fin el no la conocía, no era su asunto, que muriera si era su día.

👩🏻‍💻👩🏻‍💻👩🏻‍💻

No pudo.

No pudo quedarse tranquila porque ¿Cómo le dices a una persona que está

a punto de ser traicionada?

Sería sutil con el mensaje.

No le gustaba trabajar así, le gustaba las cosas bien echas pero estaba contra reloj, y no quería perder más tiempo.

Lo más probable es que estuviera dormido, demonios, si era así no sabía cómo hacer, bueno si sabía, podía hackear su alarma inteligente y hacer el ruido más grande de la historia para que despertara, pero no lo haría, a menos que fuese realmente necesario.

Llegó a pensar que por tener el cerebro caliente de tanta pensadera metería la cabeza en la nevera.

Pensándolo bien, no había comido desde hace veinticuatro horas, solo unos caramelos que no recordaba haber tenido en su escritorio.

Pff, se sintió estúpida creyendo que podía dejar morir a Luciano Carpini.

Como si eso fuera posible.

Se seco el sudor que le empapaba la cara, nunca había sudado tanto en su vida como hasta ahora.

-Triple M****a.

Se metió en sus teléfonos hace meses. Eran dos de echo, el ultra personal que prácticamente no lo usaba, y el otro para su familia y negocios

Le dejé un sutil mensaje. En la alarma unos minutos antes de las tres, en negrita, cursiva y mayuscula.

TE ASESINARAN A LAS TRES DE LA MAÑANA.

Tenía que ser suficiente ¿Verdad?

Pero por si acaso hackeo algo más donde podía dejar el mismo mensaje.

Su televisión. Era enorme así que ¿Cómo no verlo?

Pero por si no era suficiente, se encargo de que las alarmas en su teléfono y otros lugares, no dejarán de sonar hasta que se dignara de prestar verdaderamente atención a lo que le iba a ocurrir.

Así que una vez realizado el trabajo, se sentó a esperar que tuviera resultado. Realmente lo esperaba, no quería que Luciano Carpini muriera, no de esa forma.

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