Al día siguiente, Estrella, aburrida en casa, por lo que fue a visitar a Rosalía a la antigua casa.
Cuando llegó a la sala de estar, se dio cuenta de que Catalina también estaba allí presente.
Parecía tener una relación muy cercana con Rosalía y Yune.
Catalina, al ver los regalos que trajo y cómo se alegraban a Rosalía y Yune, le lanzó a Estrella una mirada desafiante.
A pesar de lo destacada que fuera Estrella, la familia Burgos siempre preferiría a los suyos.
Su ventaja estaba clara, todos podían ver a quién elegiría Claus al final.
Rosalía fue la primera en ver a Estrella y le indicó un lugar a su lado—Estrella, siéntate aquí.
Yune se volvió hacia Estrella, la vio y le sonrió.
Era evidente que cuando trataban a Estrella, ambas actuaban como si fuera parte de la familia.
Sin embargo, con Catalina, solo la veían como una muchacha más de la familia cumpliendo con la cortesía de recibir a un invitado.
Estrella no se anduvo con rodeos y se sentó directamente al lado de Rosalía.