Capítulo 212Con movimientos discretos, sacó de allí una fotografía. Sus ojos se estrecharon al enfrentar la imagen, analizando cada detalle. Inmediatamente después, extrajo una hoja mecanografiada, recorriendo las líneas con avidez. El interés en su mirada era casi palpable.El clic repentino de la puerta la hizo estremecer. En un reflejo rápido, metió la foto y el papel de vuelta en el sobre y empujó todo dentro del primer cajón del escritorio, cerrándolo con firmeza.– ¿Asustada?Aurélie levantó la vista y encontró a la secretaria de uno de los directores parada en la entrada, sosteniendo una pila de documentos y observándola con curiosidad.Forzó una sonrisa, respirando hondo para disimular el nerviosismo.– No… solo me tomó por sorpresa – respondió en tono suave, intentando sonar natural, aunque sus manos aún estuvieran tensas sobre el escritorio.La otra secretaria entró. Se acercó al escritorio y los colocó justo frente a Aurélie, que aún intentaba disimular el corazón acelerad

Capítulo 214Al final del día, la empresa Blake se fue vaciando poco a poco. La familia salió junta, estaban consternados por lo sucedido con Chloe.Matthew había pospuesto la sorpresa del anillo, no podía concentrarse. Cuando cerraron la puerta principal, Aurélie permaneció parada un instante, observando a través del vidrio. La sonrisa que había nacido al verlos desapareció lentamente.Volvió a la oficina del director, abrió el cajón donde había escondido las evidencias, lo cerró con llave y guardó todo en su bolso con cuidado. Miró el reloj: eran las 7 p.m.El cambio de los guardias dejó el pasillo de las cámaras más silencioso de lo normal. Aurélie contuvo la respiración, evaluando mentalmente los recorridos, nada técnico, solo los movimientos de las personas. Había una ventaja simple: a esa hora muchos andaban con prisa, distraídos por el cansancio.Luego, subió al comedor de personal, se escondió, escuchando el sonido apagado de los cubiertos. Se quedó allí, inmóvil, observando.

Capítulo 216Cuando salieron de la empresa, él la acompañó hasta el auto, abriéndole la puerta con la cortesía de siempre. Scarlett sonrió, aún sorprendida por ese gesto que, aunque simple, tenía algo especial viniendo de él.En el camino, el sol de la tarde iluminaba la ciudad, dejando a Scarlett más relajada con la vista. Ella mantenía la mano instintivamente sobre su barriga, acariciando con ternura, como si estuviera tocando la vida que crecía dentro de ella.– ¿Estás emocionada? – preguntó Matthew, lanzándole una mirada de lado mientras conducía.– Más de lo que imaginas – respondió, sonriendo. – Ni siquiera puedo creer que vayamos a ese restaurante. He tenido ese antojo desde hace días.Él rio bajito, divirtiéndose con su entusiasmo.– Entonces vamos a satisfacer ese antojo de una vez.Poco tiempo después, el auto se estacionó frente a un restaurante de mariscos famoso por su calidad y ambiente acogedor. Scarlett abrió mucho los ojos, sorprendida por el lugar.– Matthew… ¿me tra

Capítulo 218Mientras todos aún reían de la conversación sobre el compromiso, Lívia bajó las escaleras, arreglándose el cabello, fue a la sala y observó el movimiento. Una sonrisa traviesa se formó en su rostro al notar la animación en el aire.– Entonces eso es, ¿no? – dijo ella, cruzando los brazos, un brillo de malicia en sus ojos. – ¿Todo el mundo feliz y yo sin nada que hacer? Creo que podemos cambiar eso.Sin esperar respuesta, Lívia fue a la estantería, tomó el tablero de ajedrez y lo llevó al centro de la sala. Colocó las piezas con cuidado sobre la mesa y se volvió hacia su padre.– Papá, te desafío a una partida – dijo ella, los ojos chispeantes de determinación. – Vamos a ver si toda esa charla sobre la fiesta no afecta tus habilidades.Alexander sonrió, inclinando la cabeza.– Desafío aceptado, Lívia. Pero no olvides que gano con los ojos cerrados.– Ah, ¿en serio? – ella replicó, riendo. – ¡Entonces prepárate para perder!Matthew y Scarlett se acomodaron en el sofá, obser

Capítulo 220Tan pronto como amaneció, Lívia fue la primera en despertar, animada, llamando a todos para que se apuraran. Primero, fue a la sala y se quedó observando el brillo del sol entrando por las rendijas de las cortinas y sonrió. Luego, fue a despertar a todos.– ¡Vamos, gente! ¡El día está hermoso, no quiero perderme nada! – dijo, tomando a Hailey de la mano.Isadora y Alexander vinieron justo detrás, tomados del brazo, intercambiando miradas que mostraban la felicidad de estar con sus hijos reunidos.Scarlett apareció caminando despacio, arreglando la blusa holgada que ocultaba su barriga. Matthew, sostenía su mano.– Parece que la más pequeña está comandando la tropa hoy – bromeó Alexander, riendo al ver la emoción de Lívia.– ¡Alguien tiene que poner orden en esta familia! – respondió ella, divertida.Todos soltaron una carcajada, y tan pronto como se arreglaron, salieron a desayunar. El destino elegido fue un bistró encantador a orillas del lago, rodeado de árboles y con m