Las personas se quedaron en shock, pero salieron rápidamente, dejándonos solos. Christian me hizo sentarme en el sofá y fue a por un vaso de agua.Se agachó delante de mí, con cara de susto.— Intenta calmarte y respira despacio, Ariel.Cerré los ojos, intentando bloquear la música alta y centrarme en su voz. Poco a poco conseguí respirar bien y mi pecho dejó de doler. Abrí los ojos, sintiéndome mucho mejor, y lo encontré aún agachado frente a mí.Una sensación extraña se instaló en mi pecho, nada comparado con el dolor que Thomaz me causó.Sus ojos se quedaron clavados en los míos por un momento, hasta que la puerta se abrió y Christian se levantó de golpe.— ¿Ariel? —Miré hacia la entrada y vi a Alex, que parecía confundido al vernos allí solos—. ¿Qué ha pasado? —preguntó, mirando a Christian.— La encontré en el pasillo del baño, un imbécil la estaba acosando —respondió él, con un tono que hacía un segundo era tranquilo, pero ahora estaba lleno de rabia.Alex me miró preocupado, se
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