~Marian~—Te vez demasiado guapa.Me volteo al escuchar la voz de Renata que me mira de pies a cabeza con una sonrisa.—Ese vestido que llevas puesto te hace ver espectacular —se ríe—. Estoy segura de que si no fueses la cuñada del Luck y te hubiese conocido estaría contigo y no conmigo, eres el prototipo de mujer que le gusta.Sonrío incómoda por lo que me acaba de decir, pero aprovecho la oportunidad para aclarar mis dudas. —¿Así como Grecia?Me queda viendo con seriedad y luego responde;—Físicamente te pareces mucho a ella, la diferencia es que ella está mal de la cabeza y tú eres cuerda.—¿Quién es Grecia? —pregunta mi hermana arreglándose el cabello. Se ve guapa.—Es el infierno reencarnada en belleza.Le responde Renata, mirando sus manos.—¿Ella dónde está? —inquiero.—En el lugar que pertenece; Un centro psiquiátrico. Tengo que admitir que me da mucha curiosidad conocer a Grecia, por algo debe estar encerrada.Cambiamos de conversación y nos terminamos de arreglar, las tres

~Especial Renata~—Mamá, ¿Por qué ya no pasas tanto tiempo con papá? Solían estar juntos siempre —me pregunta Rita mientras la peino—. ¿Ya no se ama?—Cariño, por supuesto que nos amamos, solo que papá pasa ocupado y yo también.—No me mientas, soy una niña grande.—Te estoy diciendo la verdad, corazón.Asiente no muy convencida de lo que estoy diciendo. Rita es una niña muy inteligente y se da cuenta de las cosas que pasan a su alrededor. Luck ya no suele pasar tanto tiempo conmigo, antes pasábamos juntos todo el tiempo. Ha tomado distancia, es lo mismo que cuando estaba Grecia y tengo miedo de que haya regresado; No quiero que nadie lo aleje de mí y sería capaz de todo por tenerlo a mi lado —Señora —se escucha un toque en la puerta y miro, es la muchacha que nos ayuda—. El padre del joven Luck está preguntando por usted.Mi cara cambia al saber que mi suegro ha llegado; Es detestable. —Okay, ya bajo. Gracias.No me gusta cuando el padre de Luck viene, siempre trae problemas. Dejo

~Luck~Me quedo mirando a Marian mientras duerme, tiene sus labios entreabiertos y su respiración es lenta. Me pregunto cómo supo ganarme en tan poco tiempo, por más que quiera negarlo esta chica me encanta y sería una mentira ocultar lo que me hace sentir. El hecho de pensar que se va a casar en poco tiempo hace que mi corazón se envuelve en dolor, y me gustaría explicarle y decirle lo espectacular que es, aunque tenga que fingir ser alguien que no es delante de todos, pero no puedo hacerle daño a mi hermano, realmente, está enamorado y no puedo ser yo el causante de su miseria, me dolería volver a verlo destruido como en algún momento lo vi.—Deberías dejar de mirarme con cara de enamorado porque sí me voy a confundir.La voz ronca de Marian me hace reaccionar.—Ni siquiera te estaba mirando —me niego.—Por supuesto que sí lo hacías —suelta una risita—. Ya sé lo guapa que soy, no tienes que mirarme como viejo pervertido.—Estás loca, yo no te estaba mirando, bueno, sí, es que tiene

~Luck~Ha pasado más de las once y Marian no ha llegado, le mandé un mensaje con la dirección a la que debe venir y los mensajes le llegaron, pero no respondió, quizás no vendrá y me dejará esperándola. Recojo la botella de vino y las copas, suena el timbre de la puerta y dejo todo a un lado para ir a ver quién es, sonrío viendo que es Marian. Lleva puesto un vestido pegado a su cuerpo que a simple vista deja ver sus pezones erectos y su cabello luce increíble.Deja un beso en la comisura de mis labios y se aleja unos centímetros.—Hola, Luck —me saluda con media sonrisa. —Marian.La agarro de la cara y la beso, me corresponde al instante y hago que entre cerrando la puerta detrás de nosotros, el beso se vuelve más rápido y como si supiéramos que nuestra ropa estorba empezamos a quitárnosla sin hacer ningún tipo de pregunta, pero sí sabemos lo que queremos. No somos pequeños para tener que esperar, yo quiero tener sexo con ella y ella quiere tenerlo conmigo.La dejo caer en el muebl

~Marian~De los mejores momentos que he pasado en la vida puedo decir que han sido al lado del Luck y no creo que podría vivirlo de la misma manera con Stefan que es el hombre con el que me voy a casar. Me siento feliz, pero sé que en pocos segundos esa felicidad acabará, estoy frente a mi casa con mi ropa húmeda igual que mi cabello y no tengo la menor idea de lo que voy a decirle a mi padre por haberme escapado. Lo más seguro es que ya se dio cuenta, suele ir por las mañanas a darme los buenos días, y hoy definitivamente no tengo excusas para mentirle.Luck quería traerme hasta la puerta, sin embargo, me negué y me bajé en la esquina, lo menos que quiero es que todo sea peor por mi estupidez y mi obsesión por él.—Yo puedo con esto —cierro mis ojos y dejo salir aire por mi nariz de manera lenta.Entro a casa, no vale la pena que lo haga por la ventana cuando claramente ya se han dado cuenta de que no estoy. Veo a mi padre sentado en los escalones de la escalera, su cara se ve tan e