~Especial padre de Marian~Me duele tratar mal a mi hija Marian, pero no soporto las mentiras y mucho menos que piense que soy un estúpido con el que puede jugar y puede salir cuando le dé la gana, ella no es libre y tiene que hacer lo que yo quiera, cuando yo quiera y en el momento que a mí me dé la gana.Nunca habíamos sobrepasado los límites, o por lo menos yo no lo había hecho, pero hoy sentí tanta rabia de imaginar que pudo quedarse con un hombre que no pude controlarme y la golpeé, tiene que casarse siendo pura porque es lo que hace una mujer decente y con buenos principios.Lo que sucedió pone en duda que haya sido la primera vez, ni siquiera me explico cómo no escuché ningún tipo de ruido al momento de que saliera de la casa, ni siquiera sé si fue por su ventana, por la puerta o por donde carajos lo hizo. Supo jugar conmigo y largarse.Sentí tanta rabia al verla con ese vestido pegado a su cuerpo, el mundo es malo, los hombres solo buscan dañar a las mujeres y mi hija es hermo

~Luck~—¿Qué cara? —Miguel entra en la oficina y se sienta en la silla de enfrente—. Cara de hombre casado y descubierto con la otra.Suelta una risita y lo único que hago es asentir con mi cabeza.—Renata está molesta porque no llegué a dormir, me ha roto el celular —le enseño el que compré—. Tuve que pasar por otro y ni siquiera lo he encendido.Su expresión coqueta sale a flote y es que le encanta el chisme mucho más que a una mujer.—Quiero saberlo todo —me mira con sus ojos un poco pequeños—. ¿De casualidad no tiene que ver con una chica de cabello corto, ojos color miel y una sonrisa encantadora?—Tiene todo que ver —mi cara deja ver lo bien que la pasé y él empieza a brincar emocionado—. Nos quedamos juntos, la pasamos increíble.Empieza a aplaudir de manera exagerada y yo no puedo evitar reírme.—Amigo, esa mujer te encanta —me mira—. Pero déjame recordarte que esa mujer tan atractiva con la que coges se va a casar con tu hermano y no puedes enamorarte por nada en el mundo de

~Luck~ Sin medir mi fuerza me le voy encima y la agarro por el cuello, pegándola en la puerta, su sonrisa no se borra y aprieto más el agarre, viendo cómo se le corta la respiración, no siento pena por ella.—Ni se te ocurra tocarla porque te juro que yo sí te mato y no voy a fallar como tú cuando me disparaste, maldita loca.—Vaya, no sabía que podías defender tan bien a tu cuñada, eso me excita—clava sus uñas en mis manos para que la suelte y la empujo—. ¿Qué diría tu hermano si sabe que defiendes como hombre enamorado a su prometida? Los he visto juntos últimamente y también vi que durmió contigo en este departamento.Me quedo mirándola y me tira un beso.—¿Creíste que no iba a saber nada de ti en todo este tiempo? —chasquea sus dientes—. Cuando me internaron te juré que iba a regresar por ti y aquí me tienes lista para la guerra.—Ya no soy el mismo hombre de antes y si quieres guerra te la voy a dar, pero vas a volver a perder como siempre.Se burla.—Estás muy confiado —se me a

~Marian~Cuando mi padre dijo que me iba a traer a un convento pensé en que era lo peor que podía pasar y no estaba equivocada; esto es una pesadilla. Las monjas en vez de corregirte parece que son tus enemigas y no hacen otra cosa que tratarte mal, en su mentalidad tampoco variada ellas deben tener razón en todo.No han dejado de tratarme mal desde que mi padre me dejó aquí tirada, dicen que soy una perdida y que tengo que recuperar el camino del bien. Esto es un infierno y necesito salir de aquí cuanto antes, me voy a volver loca.Miro para todos lados para confirmar que no hay ninguna monja cerca, me subo a una silla mirando por la pequeña ventana que da hacia la calle, podría escaparme por ahí, pero mi cuerpo no cabe. Sigo buscando por todos lados, el estrés me tiene mal, necesito respirar aire puro.—Si buscas una salida para escaparte, déjame decirte que no la vas a encontrar, las monjas han protegido muy bien el lugar para evitar que nos escapemos. Me asusto al escuchar una

~Marian~—No me puedo ir contigo —le respondo a Luck ante lo que me ha dicho.Me queda mirando como si no entendiera lo que le acabo de decir. —¿Cómo que no? Este lugar no es para ti, tú no perteneces aquí.—Tienes razón, pero le haría mucho daño a mi padre si lo vuelvo a decepcionar, no quiero que eso suceda.—Deja de pensar por primera vez en tu padre y piensa en ti, ya eres una mujer adulta.Me paseo de un lado a otro, tratando de entender lo que está sucediendo, lo menos que esperé es que Luck viajara hasta aquí para venir por mí. Estoy confundida.—Esta es la oportunidad para romper ese vínculo tan vicioso que tienes con tu padre, que te vayas a casar no te hace prisionera y mucho menos tienes que estar encerrada. —Este lugar es una pesadilla, me maltratan, la comida es asquerosa y no tienen la menor idea de cómo tratar a las personas.—Ves, no puedes quedarte aquí. Ven conmigo, te puedo prestar mi departamento mientras tanto, estoy seguro de que mi hermano va a entender que vi