Alicia Desde que decidí darle una oportunidad a Diego para salvar nuestras relación, ha sido todo un mar de aceite, de aguas calmadas. Él está mucho más tiempo en casa. Antes pasaba muchas más horas en la oficina, o eso es lo que me decía él. Está mucho más detallista, no solo conmigo, también con su hijo. Le ha comprado estos días más juguetes que en todo un año entero. Por mi parte me ha intentado ganar con regalos, y la verdad a quién le amarga un dulce, pero siempre hay como una vocecita detrás de mi oreja que me pone alerta, que me dice que no es real, que su arrepentimiento y su actitud se debe a que lo han pillado, sino, no estaría haciendo todo eso. Y esa voz interior tenía razón, sino lo hubiera descubierto lo más probable es que no estaría tan atento y detallista. No me arrepiento de haberle dado esta oportunidad, sé bien que decidí dársela y tengo que ser consecuente con mis decisiones y darle realmente esa oportunidad. Me repito este mantra mientras me arreglo en el cuart
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