Punto de vista de NatashaCerré la novela que estaba sobre mi escritorio al terminar de leer el décimo capítulo de hoy. Durante una semana, solo he estado en mi habitación leyendo novelas que Nadia siempre me ayudaba a conseguir desde fuera.No sabía si Nadia creía que de verdad intentaba seducir a esa guardia de la prisión, pero no me lo demostró.Tomé la novela y caminé hacia mi cama, levantándola y escondiéndola debajo. Mi padre podía irrumpir en la habitación en cualquier momento, como tú has estado haciendo toda la semana.Todas las tardes de la semana, me llevaba a la fábrica de la manada y me encargaba tareas pesadas.Desde la última vez que Alyssa usó sus artes oscuras para robarme el poder, ya me sentía mejor y me recuperaba lentamente, aunque sabía que era solo cuestión de tiempo hasta que hubiera luna llena y volviera a robarme.Miré el reloj de pared y vi que eran las 2 p. m. Ya, así que mi papá entraría en cualquier momento. Siempre estaba vestida, preparada para que abri

Natasha."¡¿Natasha?!", exclamó Alyssa sorprendida y se puso de pie al instante. Se interpuso entre las cosas que había dejado en el suelo para ocultarlas de mí."¿Qué pasa?", pregunté y reí levemente, alejándome del lugar en sombras donde me encontraba."¿Te sorprende verme aquí?", volví a preguntar y me burlé.Miró las cosas que había dejado en el suelo con miedo y me miró de nuevo."¿Qué haces aquí?", preguntó fingiendo molestia, y me burlé, acercándome lentamente a ella. Miré a mi alrededor y vi que no había nadie. Era duro estar allí porque me traía recuerdos del día en que ese bastardo abusó de mí y mintió contra mí delante de todos.Sacudí ese pensamiento de mi cabeza y volví a mirar a Alyssa."Creo que debería ser yo quien te haga esa pregunta, Alyssa, ¿qué demonios haces aquí?", pregunté. A Alyssa le temblaban los labios y volvió a mirar por encima del hombro las cosas que había dejado en el suelo."¿Qué plan malvado has tramado esta vez?", pregunté, sin dejar de caminar lent

Natasha."¡Te voy a matar!" Me abalancé sobre Alyssa y, antes de que pudiera reaccionar, la agarré del pelo, tirando de él con fuerza y ​​poniendo las tijeras contra nuestro cuello."¡Déjame!", gritó Alyssa de dolor mientras tiraba de su pelo y apretaba las tijeras aún más contra su cuello."¿Así que ahora tienes miedo, huh?", pregunté, tirándola de la oreja por la habitación hasta que llegué a un tocador donde colocó la brújula de Alpha Jack.Siguiendo sujetando con fuerza el pelo de Alyssa, dejé caer las tijeras y recogí la brújula, apretándola con fuerza.Esta vez, no sentí nada. La necesidad habitual de ver a Alpha Jack cada vez que cogía la brújula había desaparecido y sabía que Alyssa definitivamente había completado ese hechizo la noche anterior.Enfadada, dejé caer la brújula y volví a coger las tijeras, sosteniéndolas contra el cuello de Alyssa.¡Puta! ¡Vas a encontrar la manera de revertir este hechizo o me encargaré de ti! —grité y le pedí a Alyssa que gritara de dolor, mie